Áreas naturales protegidas de la Comunidad de Madrid
Para poder asegurar la conservación de áreas naturales de gran valor existen diferentes figuras de protección a nivel nacional, comunitario o global. En concreto en la Comunidad de Madrid encontramos, entre otras: Espacios Naturales Protegidos, Red Natura 2000 y Reservas de la Biosfera. Estas áreas pueden superponerse entre ellas, por lo que un mismo territorio puede estar bajo diferentes figuras de protección.
En contra de lo que se cree estas áreas protegidas conviven con actividades agrarias, silvícolas y pastoriles, porque son estas las que han moldeado en gran medida este paisaje y son determinantes en su conservación y mantenimiento.
Espacios Naturales Protegidos
Los Espacios Naturales Protegidos son “áreas terrestres o marinas que, en reconocimiento a sus valores naturales sobresalientes, están específicamente dedicadas a la conservación de la naturaleza y sujetas, por lo tanto, a un régimen jurídico especial para su protección” (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico). Estos espacios desempeñan una función decisiva para la conservación de los ecosistemas y el mantenimiento de la biodiversidad.
Aun así, solo la declaración de un espacio como protegido no es suficiente para asegurar su conservación. Aparte de las acciones de conservación que realizan las autoridades son también clave las actividades agrosilvopastoriles. Bien gestionadas ayudan a crear redes que mantienen el equilibrio del territorio asegurando su mantenimiento.
En el ámbito estatal, dependiendo de qué se quiera proteger, los Espacios Naturales Protegidos se clasifican en cinco categorías: Parques, Reservas Naturales, Áreas Marinas Protegidas, Monumentos Naturales y Paisajes Protegidos. A nivel autonómico también existen diferentes categorizaciones, esto hace que en España contemos con más de 40 denominaciones diferenciadas.
La Comunidad de Madrid, donde el 15% de su territorio está protegido, cuenta con nueve de estos espacios bajo diferentes niveles de protección: Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, Parque Regional del Curso Medio del río Guadarrama y su entorno, Parque Regional del Sureste, Paraje pintoresco Pinar de Abantos y Zona de Herrería, Reserva Natural El Regajal-Mar de Ontígola, Sitio Natural de Interés Nacional Hayedo de Montejo de la Sierra, Refugio de Fauna Laguna de San Juan, y Monumento Natural de Interés Nacional Peña del Arcipreste de Hita.
Estos espacios tienen una relación muy estrecha con las actividades agrarias ya que prácticamente todos se asientan en parte sobre suelo agrícola o en zonas donde se llevan a cabo estas actividades desde hace siglos. Aunque pudiera parecer que estas actividades son perjudiciales en realidad es justo lo contrario: son ellas las que permiten la conservación de sus valores naturales.
Esta relación la podemos observar en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares donde el 50% de su superficie está catalogada como Parque Comarcal Agropecuario. La actividad agrosilvopastoril, en concreto la ganadería extensiva en dehesas, ha sido la actividad económica tradicional más importante de la comarca, a la vez que el elemento humano con mayor influencia en la configuración actual del paisaje. Uno de los productores que llevan a cabo sus actividades ganaderas dentro de este Parque Comarcal Agropecuario es Ibéricos JB Marabotto. El manejo extensivo que practica en sus fincas –en Manzanares El Real y Becerril de la Sierra– permite el buen estado de las zonas de bosque bajo y de dehesas en las que se ubica.
Red Natura 2000
La Red Natura 2000, es una red de espacios protegidos para la conservación de la biodiversidad de la Unión Europea, una “red ecológica europea de zonas especiales de conservación” (Directiva Hábitats, 1992) que alberga tipos de hábitats naturales y especies de interés comunitario.
Se compone de Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) y Zonas Especiales de Conservación (ZEC).
Las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) son aquellos territorios designados para la conservación de las especies de aves silvestres, incluidas en la Directiva europea relativa a la conservación de aves silvestres (Directiva Aves, 2009).
Los Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) son como los nudos de la red de conservación de la naturaleza, zonas claves de conservación de hábitats y especies valiosas, e incluso punto de partida para su restauración, que figuran en los anexos de la Directiva europea relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestre (Directiva Hábitats, 1992).
Las Zonas Especiales de Conservación (ZEC) son Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) designados por las comunidades autónomas, en los que se aplican las medidas de conservación necesarias para el mantenimiento o restablecimiento de los hábitats naturales y/o de las poblaciones de las especies.
En la Comunidad de Madrid la Red Natura 2000 representa un 39,85% de su territorio y se encuentra constituida por siete ZEPA y siete LIC (declarados ZEC). Estos son:
- ZEPA Alto Lozoya y LIC/ZEC Cuenca del río Lozoya y Sierra Norte: de gran importancia por la población nidificante de buite negro.
- LIC/ZEC Cuenca del río Guadalix: bosque mediterráneo de encinar con enebros y vegetación de ribera. Importante por la presencia de aves acuáticas invernantes y su fauna piscícola, la cual incluye cinco especies de interés comunitario.
- ZEPA Soto de Viñuelas, ZEPA Monte de El Pardo y LIC/ZEC Cuenca del río Manzanares: zona de alto valor por albergar un alto volumen de especies de rapaces, entre las que se encuentran parejas reproductoras de Águila imperial ibérica, así como acuáticas.
- LIC/ZEC Cuenca del río Guadarrama: la gran diversidad de hábitats y especies hacen de este espacio una zona de gran valor.
- ZEPA Estepas cerealistas de los ríos Jarama y Henares y LIC/ZEC Cuencas de los ríos Jarama y Henares: el 90% de su superficie está conformado por una estepa cerealista de especial calidad e importancia para la conservación de especies de aves esteparias.
- ZEPA Encinares del río Alberche y río Cofio, y LIC/ZEC Cuencas de los ríos Alberche y Cofio: zona de interés por las poblaciones de especies representativas mediterráneas de dehesas y pastizales.
- ZEPA Cortados y cantiles de los ríos Manzanares y Henares, ZEPA Carrizales y sotos de Aranjuez, y LIC/ZEC Vegas, Cuestas y Páramos del Sureste de Madrid: interés faunístico, florístico y geomorfológico, con abundancia de humedales y sotos asociados a los ríos y sus arroyos que aportan destacados refugios para especies de aves palustres y acuáticas.
La mayoría de las áreas que forman parte de la Red Natura 2000 coinciden con zonas agrarias o silvícolas, salvo el caso de hábitats acuáticos o zonas de alta montaña. Estas zonas seminaturales han sido creadas por la actividad humana, y necesitan de ellas para mantenerse, llegando en muchos casos a desaparecer sí esas labores agrícolas se interrumpieran.
Un ejemplo de esto lo vemos en la ZEPA Estepas cerealistas de los ríos Jarama y Henares, sin producción de grano la avutarda podría desaparecer del centro de la Península.
Así, salvo zonas frágiles que requieran una especial protección, como bosques naturales intocados, la Red Natura 2000 busca que en su territorio se produzcan actividades productivas, siempre y cuando estén regidas por el respeto al entorno.
Algunos ejemplos de productores madrileños que realizan sus actividades agrícolas en territorios que pertenecen a la Red Natura 2000 son la Ganadería Ecológica Vacanegra, cuya finca pertenece a la ZEPA Encinares de los ríos Alberche y Cofio, y la Granja Prados Montes, cuyo proyecto agroecológico está vinculado al LIC/ZEC Cuenca del río Lozoya y Sierra Norte. Tanto el manejo extensivo ganadero que realiza Vacanegra como las labores hortícolas, apícolas y ganaderas de Granja Prados Montes son actividades tradicionales arraigadas al territorio, basadas en saberes tradicionales y prácticas ecológicas y agroecológicas que contribuyen al mantenimiento, la conservación y la biodiversidad de los espacios de la Red Natura 2000 donde se ubican, haciendo paisaje y cuidando el paisaje.
Reservas de la Biosfera
Las Reservas de la Biosfera son reconocidas a nivel internacional por la UNESCO. Estos territorios se consideran de interés para su conservación por ser representativos de los diferentes hábitats del planeta y jugar un papel importante en la conservación de la biodiversidad. Al reunir en su territorio actividades muchas veces complejas, son verdaderos laboratorios de sostenibilidad.
Las Reservas de la Biosfera tienen la consideración de áreas protegidas por instrumentos internacionales y cumplen funciones de conservación, desarrollo, apoyo logístico en educación sobre el medio ambiente e investigación y observación en cuestiones de conservación y desarrollo sostenible.
El reconocimiento de la UNESCO no supone, por sí mismo, una figura de protección del territorio, ni impone restricciones específicas. En estos espacios pueden desarrollarse actividades que sean compatibles con el mantenimiento de los recursos de la Reserva ya que buscan crear espacios donde se pueda conciliar la conservación de la biodiversidad y los recursos naturales con su uso sostenible.
Debido a esto y a que, al igual que ocurre con la Red Natura 2000, muchos de estos territorios son tradicionalmente espacios agrarios, en las Reservas de la Biosfera se llevan a cabo proyectos que incentiven las actividades agrosilvopastoriles sostenibles. Al trabajar de manera conjunta se puede seguir disfrutando de los recursos que nos ofrecen estos territorios mientras se mantienen las características que los hacen valiosos.
En la Comunidad de Madrid contamos dos Reservas de la Biosfera: la Reserva de la Biosfera Cuencas altas de los ríos Manzanares, Lozoya y Guadarrama, y la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón.
En la Sierra del Rincón encontramos ejemplos de esta relación entre la actividad agraria y las áreas protegidas: la Granja Prados Montes o la Cooperativa Los Apisquillos. Ambos proyectos están muy vinculados con el territorio y su conservación, tanto en el cultivo de frutas y hortalizas, como en el manejo de sus rebaños basado en la ganadería extensiva y trashumante. La actividad hortícola fomenta la biodiversidad, mientras la ganadera permite mantener las dehesas y las cañadas en buen estado, evitar incendios forestales, así como fertilizar el suelo.
Reflejo de esta voluntad de reconocer y dar a conocer relaciones beneficiosas con las actividades agrícolas por parte de las Reservas de la Biosfera es, también en la Sierra del Rincón, la Marca Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón. Esta marca de calidad tiene por objeto fomentar el desarrollo sostenible de los municipios de la comarca y poner el foco en la conservación de los productos hortofrutícolas autóctonos, así como recuperar y mantener los usos tradicionales del territorio.